El ácido pangámico también conocido como vitamina B15, es una sustancia sin ninguna función bioquímica conocida en el organismo humano, aunque se la relaciona en las reacciones de metilación en las células del pulmón pudiendo aumentar la capacidad pulmonar. Aunque se ha determinado poca evidencia sobre cualquier función bioquímica o fisiológica beneficiosa.
Aun así, se le atribuyen una serie de funciones importantes dentro de nuestro organismo, sobre todo cuando actúa junto con otras vitaminas. Trabajando junto a la metionina (aminoácido esencial) y la colina (pseudovitamina), ayuda a combatir los signos del envejecimiento gracias a una constante acción desintoxicante. Junto con la biotina (vitamina B8), logra aumentar el nivel de hormonas en la sangre.
Es un importante antioxidante que influencia en el sistema cardiocirculatorio y aumenta la capacidad de oxigenación de los tejidos, destacando sobre todo el muscular. Por lo que su uso dentro del ámbito deportivo es algo más que extendido gracias a la capacidad para ofrecer un mayor rendimiento a la hora de ejecutar ejercicios.
Es relativamente abundante en las semillas de los vegetales, y la podemos encontrar en la levadura, los cereales integrales, el germen de trigo, el salvado de trigo, las semillas de sésamo, las semillas de calabaza, etc.
Algunos deportistas utilizan complementos de vitamina B15 o ácido pangámico para mejorar algunas de sus funciones de salud y de cara al deporte, aunque se puede tener una buena dosis en la nutrición diaria. Aunque debemos tener en cuenta que los suplementos de esta sustancia, además de ser totalmente inútiles, pueden ser perjudiciales para la salud, de hecho en los Estados Unidos se prohibió su venta.